En la industria alimentaria el control de la temperatura es crucial para garantizar una buena producción que cumpla con los estándares de calidad europeos.
En todo proceso de fabricación interviene el calor y en su conservación y almacenamiento el producto debe mantener unas condiciones concretas, debiendo conservarse en todo momento la cadena de frío.
El uso de la termografía infrarroja es cada vez más habitual en este sector y hemos podido entablar relaciones de colaboración muy provechosas para nuestros clientes, ayudándoles a reducir costes energéticos, mejorar la producción y garantizar la calidad del producto, todo desde la medida de la temperatara del proceso, desde su origen hasta el punto de venta al púlico.
