Mediante el uso de cámaras termográficas podemos realizar un perfecto diagnóstico del estado del edificio
Podemos detectar todo tipo de patologías y defectos constructivos que penalizan el consumo energético y afectan al confort de los usuarios. Es de gran utilidad tanto en obra nueva como en rehabilitación. En obra nueva nos ayuda a garantizar la calidad de la obra ejecutada y detectar los posibles problemas antes de que el usuario sea quien los detecte, mientras que en rehabilitación nos ayudará a conocer el estado del edificio y su principales puntos débiles para poder planificar adecuadamente la obra de rehabilitación y comprobar finalmente que se han llegado a los objetivos proyectados.
Una inspección termográfica puede poner de manifiesto los siguientes problemas:
- Defectos de aislamiento por menor espesor del proyectado, desprendimiento del aislamiento en la cámara de aire o simplemente ausencia del mismo
- Presencia de puentes térmicos y su alcance
- Humedades por capilaridad, filtración y condensación (ver documento específico)
- Entradas de aire no deseadas por carpinterías y otros puntos conflictivos (enchufes e interruptores de luz)
- Localización de estructuras y conducciones ocultas
Termografía para detección de humedades
Termografía infrarroja de humedades causadas (a priori) por una fuga en el Suelo radiante de una vivienda. Vemos efectivamente que hay agua en el suelo, en dos zonas, pero para sorpresa del cliente la causa no es el suelo radiante sino las filtraciones en el tejado.
Fallo detectado, ¡cliente satisfecho!
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