Toda instalación mecánica está diseñada bajo unas condiciones de proyecto, posteriormente se ejecutan en base a ese proyecto, con algunos cambios que suelen darse en las obras por diferentes motivos, y finalmente, tras la puesta en marcha, quedan funcionando y con su mantenimiento correspondiente.
La termografía infrarroja es especialmente útil durante la puesta en marcha, para detectar cualquier problema de funcionamiento y ayudar a afinar el correcto funcionamiento de la instalación. También en el mantenimiento conviene realizar inspecciones termográficas, con los cambios de invierno a verano o en otros momentos críticos de la instalación.
Mediante termografía infrarroja podemos detectar, entre otras cosas:
- Diferenciales de temperatura. Mediciones de temperatura de impulsión y retorno, aspiración y descarga, etc.
- Cumplimiento de las temperaturas de consigna
- Obstrucciones en redes de tuberías
- Fugas de agua y aire
- Fugas de gases refrigerantes y otros fluidos caloportadores
- Puntos calientes en las conexiones eléctricas de los equipos